jueves, 20 de agosto de 2015

My Secret - Prólogo


Prólogo

–¿Se puede saber qué diablos estoy haciendo? –susurraba, ésta era la primera vez que me estaba comportado así, por lo general cada vez que cualquiera de mis compañeros de banda me proponían quedarme a dormir con ellos, de mis labios salía un rotundo no, pero ahora... –¿Qué ha cambiado…? –esa pregunta se repetía en mi cabeza. Me estaba volviendo completamente loco estando yo solo en aquella habitación, la cual pertenecía a ese chico. La persona que cada día hacía que mi corazón latiese con más fuerza. Me encontraba realmente nervioso, mientras él se estaba duchando, mi libertina cabeza no dejaba de imaginar su cuerpo siendo cubierto por el agua… –¡Basta ya! –grité y me levanté del colchón con las mejillas ardiendo y mi frente completamente llena de sudor, a causa de haber estado fantaseando con esa escena. Apresuradamente comencé a deambular por aquella estancia, buscando poder calmarme, cuando sin querer mi pie golpeó una prenda que había en el suelo. Me agaché para recogerla, descubriendo que era una de sus camisetas.

Con cuidado me volví a acomodar en la cama y con mis dedos sacudí gentilmente la tela, a pesar de no haberla ensuciado. En ese momento dejé mis manos quietas, una deliciosa fragancia me atontó por completo. Sí, era el aroma de…

–Kame… –susurré muy bajito, siempre me había hipnotizado el perfume que se echaba día a día, incluso cuando no procedía de él, no podía evitar que su rostro atormentase mi mente, ya que demasiados juniors le habían pedido permiso para usar su colonia– Este olor… –sin ni siquiera ser consciente de lo que hacía, me recosté en su cama y llevé con mucho cuidado la prenda a mi nariz, para olerla y embarcarme en un espléndido viaje de placer. En ese momento no pude evitarlo, mi entrepierna dolía, así que desabroché mi pantalón, atreviéndome a recorrer con la otra mano el largo, muy suavemente, hasta que la sensación de gusto fue demasiado elevada, obligándome a aumentar la velocidad– ah… Kame… –susurraba entre jadeos mientras continuaba olfateando la prenda, incluso llegué a morderla ligeramente, imaginando que lo tenía a él entre mis brazos. Pasado un buen rato de tocamientos, acabé viniéndome en mi mano tras soltar un espectacular y sonoro gemido, que me hizo encoger los dedos de los pies y echar la cabeza hacia atrás. Hasta ese mismo instante permanecí con los ojos cerrados, por lo que no me di cuenta de la presencia de alguien más en aquel cuarto, el cual había estado presente durante todo el espectáculo.

–Nakamaru… –tras verle allí de píe, contra el marco de la puerta, cubierto con tan solo una toalla, y escuchar como pronunciaba mi nombre, me incorporé de repente, muy avergonzado. ¿Me acababa de masturbar en su casa, sobre su cama, mientras olfateaba su camiseta? Traté de buscar alguna excusa que me salvase de esa situación, pero no existía ninguna. Agaché la cabeza, sentía que me iba a morir por semejante situación y las lágrimas no tardaron en acumularse en mis ojos, pero en ese momento sentí sus manos en mis mejillas, que me hicieron elevar la cara para encontrarme frente a su mirada. Su expresión no era en absoluto de enfado, sino que parecía disfrutarlo, me miraba con una sonrisa traviesa.– Me has sorprendido, hacer algo así, diciendo mi nombre… ¿acaso eres un acosador pervertido? –dijo mientras se mordía su labio inferior. Sus palabras en absoluto sonaban dañinas, más bien me parecieron provocativas, como si me tentase a cumplir mis deseos más obscenos con él, y mientras pensaba todo eso, sentí sus labios sobre los míos. Abrí mis ojos demasiado sorprendido y correspondí a la unión con torpeza, y él poco a poco fue tumbándome de nuevo en su cama– Eres injusto, yo también quiero tocar... –en ese momento observé como mi mejor amigo llevaba sus manos hasta mi erección.

–Kame… yo…

_____

Un ligero meneo me trajo de vuelta a la realidad, despertándome de ese indecente sueño, que a su vez era muy placentero. Inconscientemente medio balbuceé cosas sin sentido, maldiciendo  a la persona que había interrumpido mi secreta fantasía que llevaba repitiéndose desde hacía un par de años.

–Nakamaru, despierta… te has quedado dormido… –el protagonista de mi alucinación estaba frente a mis ojos, mirándome muy de cerca como era ya costumbre suya. Por culpa de esa proximidad, gire el rostro avergonzado y sonrojado, comprobando que ambos nos encontrábamos en el backstage de su nueva obra de teatro. Cierto, había reservado el día de hoy para verlo pero debí quedarme dormido mientras se duchaba.

–Perdona Kame… tardabas tanto que al final el cansancio se apoderó de mí… –froté mi cara con las manos sin poder evitar fijarme en que se reía mostrando una cierta vergüenza… –¿Qué pasa? –en ese momento se mordió ligeramente el labio, fijando su vista en mi entrepierna, y rápidamente me cubrí con los brazos.

–Veo que estabas teniendo un sueño agradable, perdona si te he molestado, ya te dejo solo, ya… –bromeaba entre risas alejándose con fingido temor de mi lado, apresuradamente me excusé diciendo que había soñado con su compañera, con esos enormes pechos que agarraba durante la actuación. Sí, sin duda eso era mucho mejor que confesarle que en realidad el causante de mis fantasías desde hacía años era él –Si ese es el caso, pediré su número de teléfono para ti nada más la vea –me quedé paralizado debido a su frío tono de voz con el que de repente me hablaba –por cierto, se me olvidaba que tengo que levantarme muy temprano mañana, así que lo siento pero no puedo cenar hoy contigo, por lo que nuestra salida de esta noche debe ser cancelada, adiós –y sin darme tiempo a reaccionar, abandonó el lugar, dejándome estático en el sitio.

1 comentario:

  1. Me gustó la primera parte! Y Kame despertar al Nakamaru <3 Pero ¿por qué mintió? Bobo u__u
    (Sorry my spanish ;3;)



     

    ResponderEliminar