Siempre había dicho que me enamoré por primera vez en la guardería, pero eso era mentira. El primer flechazo que sentí al conocer a alguien fue con 14 años.
_____
Recuerdo que tras el éxito que tuvo Tantei Gakuen Q, mi agente
empezó a moverse para darme la oportunidad de hacer más castings, hasta que a
finales de octubre del 2007 me seleccionaron para interpretar a Mudoka Katsumi,
personaje de One Pound no Fukuin.
Cuando me enteré de la noticia me sorprendí de que alguien
como Kamenashi Kazuya fuera a trabajar conmigo. Desde que entré en la Johnny’s,
los papeles en los que él era protagonista habían aumentado rápidamente, en menos
de dos años fue seleccionado seis veces como el actor principal.
La filmación del dorama empezaba a principios de noviembre, y por lo tanto, cada vez estaba más nervioso. Me habían informado de que
la primera escena que se rodaría era una en la que Hatanaka Kosaku, el
personaje de Kame, y el mío aparecerían juntos. Nunca antes había tenido la
oportunidad de intercambiar palabras con él.
–¿Qué impresión tendrá de mí? ¿Y si le caigo mal? ¿Qué haré
entonces…? –un sinfín de inquietudes desbordaban mi mente, llegando a quitarme
hasta el sueño.
_____
–Ryosuke, cálmate, seguro que… –una mano sobre mi hombro me interrumpió
mientras susurraba en voz alta. Se trataba de Kamenashi –Ah… –antes de poder decir algo, estábamos
rodeados por cámaras. Era incapaz de prestar atención a lo que ocurría a mí
alrededor, solo observé como Kame hacía gestos para que lo siguiera. ¿Acaso se
había dado cuenta de que estaba incómodo?
_____
Al terminar con éxito la grabación nos sentamos a hablar,
pero a decir verdad me sentía un poco idiota, sonriendo todo el rato avergonzado.
–Así que Yamada… ¿estás en secundaria? –asentí tímidamente,
el aura que desprendía era impresionante, logrando que mi corazón latiera con
fuerza.
–Sí, tengo 14 años –abrió demasiado los ojos y yo me mordí
el labio.
–¿Cuántos años hay de diferencia entre nosotros? ¿Ocho? –asentí
–¿¡Ocho años!? ¡Eso me hace mucho mayor que tú!
–Pero –hice una pausa un poco larga, hasta que reuní el
valor para continuar –espero que nos llevemos bien a pesar de eso.
–¡Por supuesto! Eso no deberías ni dudarlo –con soltura se
acercó y pasó un brazo por mis hombros. Mis mejillas ardieron y las siguientes
palabras salieron solas de mi boca.
–Pensé que con este frío iba a ser duro, pero actuar con Kamenashi-kun
me hace muy feliz…
–¿Eh? ¿Estás exagerando? –Kazuya se rió con fuerza,
soltándome.
–¡No! De verdad estoy muy feliz –era ahora o nunca, ¡tenía
que decírselo! –Así que por favor, escríbete conmigo durante los descansos…
–Ven y habla conmigo –concluyó tajante y rápidamente, lo que
casi hizo que mi corazón se saliera del pecho.
–¡Vale! –contesté realmente emocionado –Iré y hablaré
entonces contigo. ¡Lo haré!
_____
Y esas palabras se convirtieron en el primer paso de nuestra
historia de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario